Más de 10,000 pedidos
Más de 10,000 pedidos
El Día de Muertos es uno de los mayores exponentes del mestizaje hispano-indígena. El trigo y la cultura panadera fueron introducidos en el continente americano por los españoles, por lo que no es raro ver que muchos panes clásicos mexicanos, como la semita, el pan bazo o la telera, tienen sus respectivos homólogos en España. Por su parte, el pan de muertos tiene su origen en el pan de ánimas,678 un producto con carácter votivo que antiguamente se preparaba por Todos los Santos y Fieles Difuntos en zonas de Castilla, Portugal, Aragón y Sicilia (entre otros lugares) para honrar a los seres queridos fallecidos. Los feligreses acudían anualmente al cementerio y daban pan, vino y flores a las sepulturas. El pan era bendecido por el párroco local, por lo que además se conocía como pan bendecido. Durante el Virreinato de Nueva España, el pan de ánimas era utilizado por los españoles como ofrenda para sus muertos, y fue asimilado por los indígenas por sus creencias prehispánicas.
En un principio, los panes en México eran de masas burdas y poco elaboradas, pero con el tiempo, el país afianzó su tradición panadera haciendo piezas cada vez más refinadas. En ciertos estados mexicanos, como Puebla o Tlaxcala (ambos de marcada influencia española), a veces se le conoce también como pan de ánimas.
El pan de muerto es uno de los elementos del altar de muertos. Se ofrecen ritualmente para alimentar a las almas de los seres queridos, que durante las fechas señaladas viajan desde el más allá para visitar a sus hogares. El altar también suele incluir fruta, papel picado, flores de cempasúchil, un plato con sal, juguetes, copal oloroso, cruces y otra simbología religiosa, las fotos de los fallecidos, sus objetos personales y varios vasos de agua, uno por persona.
Mito sobre la tradición
Un mito muy repetido explica que el pan de muertos mexicano se remonta a la costumbre prehispánica de los sacrificios humanos: Una doncella era ofrecida a los dioses, y depositaban en una olla con amaranto el corazón aun latiendo, lo tenían que morder en símbolo de agradecimiento. Cuenta la leyenda que los conquistadores, disgustados con la práctica caníbal, forzaron a los indios a sustituir el corazón por un amable pancito dulce. Aunque este origen no es cierto, sirve para interpretar el significado (ritual)del pan de muerto, pues es una alegoría de la persona difunta: la forma circular simboliza el ciclo de la vida y la muerte; la bolita de masa en el centro es el cráneo, así como la decoración que representa los huesos, dispuestas simbólicamente en forma de cruz. Así pues, el pan pasa a encarnar al propio muerto. En palabras de José Luis Curiel: Comer muertos es para el mexicano un verdadero placer, se considera la antropofagia de pan y azúcar. El fenómeno se asimila con respeto e ironía, se desafía a la muerte, se burlan de ella comiéndola.
Hornea este pan con esta receta y la recomendación de este HORNO UNOX XAFT-03HS-LGDN
Con este horno de Unox que puedes encontrar en nuestra tienda en línea o piso de venta podrás crear el mejor pan de muerto de todos delicioso esponjoso y único.
Ingredientes:
1 1/2 Tazas de harina de trigo pasada por un colador
2/3 De taza de Leche Evaporada CARNATION® CLAVEL®
1 Sobre de levadura (11 g c/u)
3 Tazas de harina de trigo pasada por un colador
1 Taza de azúcar
1/3 De taza de Leche Evaporada CARNATION® CLAVEL®
4 Huevos
1 Cucharada de agua de azahar
1 Barra Mantequilla a temperatura ambiente (90 g c/u)
1/4 De taza de agua
1 Barra de mantequilla fundida
2 Tazas de azúcar
¡A cocinar!
Prepara la masa
1. Horno precalentado a 180 °C.
2. Para la esponja, mezcla 1 ½ tazas de harina de trigo con 2/3 de Leche Evaporada CARNATION® CLAVEL® y 1 sobre de levadura, deja reposar por 1 hora en un lugar tibio hasta que doble su volumen.
3. Forma una fuente con la harina restante y 1 taza de azúcar, vierte en el centro la esponja, 1/3 taza de Leche Evaporada CARNATION® CLAVEL®, 1 sobre de levadura, los huevos y el agua de azahar. Mezcla todos los ingredientes hasta formar una masa.
4. Amásala y golpéala contra la mesa hasta que esté tersa, elástica y no se te pegue en los dedos.
5. Agrega 2 barras de mantequilla y continúa amasando hasta integrar por completo, colócala en un recipiente grande engrasado, cubre con plástico adherente y déjala reposar en un lugar tibio hasta que doble su volumen.
Forma los panes
6. Reserva una cuarta parte de la masa para formar los huesos. Divide en 13 partes iguales 80 g c/u y forma bolitas, colócalas en charolas engrasadas y enharinadas, cubre con plástico adherente y déjalas reposar en un lugar tibio hasta que doblen su volumen.
7. Con la masa que reservaste forma 26 tiras para los huesitos de 10 g c/u y 13 bolitas de 5 g c/u, colócalos en una charola con papel encerado, cubre con plástico adherente y refrigera.
8. Para formar el pan de muerto, con el agua barniza ligeramente donde irán los huesos para que estos se adhieran, coloca dos huesitos cruzados sobre los panes que formaste y en la parte superior barniza con otro poco de agua, coloca una bolita para simular el cráneo. Hornea a 180 °C de 20 a 25 minutos.
Barniza y agrega azúcar
9. Mientras el pan aún está caliente, barnízalos con la mantequilla fundida y espolvorea los panes con el azúcar restante; deja enfriar.
Variedades
Conforme ha pasado el tiempo el pan de muerto mostró diferentes formas de preparación. Por ejemplo, en centro de México, las panaderías utilizan pan sencillo espolvoreado con azúcar, pero en Michoacán se elabora con (pan de hule), que es de color moreno brilloso, forma redonda y tienen dedicatoria a un difunto.
Hidalgo
En la Huasteca hidalguense se elaboran panes con formas antropomorfas decorados, o no, con azúcar roja; algunos lugareños afirman que representan a sus seres queridos que han fallecido. En el Valle del Mezquital suelen hacerse panes más decorados, a veces con pastillaje.
Oaxaca
Panes de muerto en el Mercado de Abastos de Oaxaca, México.
Panes de muerto de la Mixteca Poblana.
El pan de muerto de los valles de Oaxaca es un gran pan de yema al que se le ha incrustado una figura de alfeñique que representa al ánima a quien se dedicó el pan; en la Sierra Sur y la Costa de Oaxaca, el pan de muerto tiene figura humana que puede llevar incrustado la figura de alfeñique.
Otros panes toman la misma forma que el descrito, y va espolvoreando con ajonjolí, y en algunos lugares se le pone esencia de azahar. En algunas regiones, el pan de muerto es el mismo que se consume diariamente.
Puebla
En la Mixteca Poblana, el pan de muerto se prepara con la misma masa que el bolillo, pero se le da forma humana y es espolvoreado con azúcar blanca si es pan para el altar de los niños y adolescentes, o con azúcar roja, si se destinará al altar de los adultos. En las zonas donde el pan de muerto no se prepara cotidianamente, algunas veces suele comenzarse a vender a principios de agosto y termina hasta mediados de noviembre.
Tlaxcala
En Tlaxcala, diversos panes dulces se preparan para el Día de Muertos, algunos con forma de animales y decorados con azúcar roja. En Apizaco y otros lugares del estado, el pan de muerto se denomina «hojaldra». A la masa se le añade manteca de cerdo, y se deja fermentar con levadura y pulque. En Huactzinco, el pan de muerto se hace con la misma masa del tradicional pan de fiesta.
{"one"=>"Seleccione 2 o 3 artículos para comparar", "other"=>"{{ count }} de 3 artículos seleccionados"}
Seleccione el primer artículo para comparar
Seleccione el segundo artículo para comparar
Seleccione el tercer elemento para comparar
Dejar un comentario